El juego pertenece a la forma natural de aprendizaje de los niños y niñas:
- Por los procesos implicados, el desarrollo y maduración de áreas cerebrales, tanto fisiológicos como bioquímicos.
- Por el incremento de atención, motivación e implicación durante el juego. Así como la experiencia en nuevas situaciones, las conductas exploratorias, la imitación en integración de nuevos patrones de conducta.
- Por las posibilidades de representación de la realidad y creación de nuevas ideas.
- Porque favorece el desarrollo del pensamiento y lenguaje.
- Porque es el niño y niña el que adapta el juego a su nivel y desarrollo creando zonas de desarrollo próximas, creando nuevos pilares donde asentar los nuevos aprendizajes, a partir de la auto-estimulación y el descubrimiento de sus posibilidades.
- Porque es un entorno ecológico y natural que favorece la seguridad y control sobre lo que está haciendo.
Y por mil razones más… fomentemos el juego en todas las etapas de la vida de la persona.